Artículo publicado en El Diario Del Cusco, 12 de agosto de 2010.
En Palacio de Gobierno el presidente Alan García se reviste de optimismo para el afrontar el último tramo de su gestión ahora que la oposición le allano el camino al no ser capaz de presentar un candidato para presidir la gestión congresal; más aun, después de vanagloriarse, en su último mensaje a la nación, que el índice de pobreza disminuyo en el país de 48% al 34% ¿es equitativa esta disminución en las tres regiones del país?
Sería de mezquinos no reconocer los importantes avances que se están dando en el país; empero, es necesario precisar en qué estamos adoleciendo, a pesar de las acertadas políticas públicas, como el Programa JUNTOS y CRECER, a fin de continuar incidiendo en éstas y otras sectoriales y territoriales de reducción de la pobreza y de promoción del desarrollo, sobre todo en zonas rurales, que es donde persisten los altos índices de pobreza y extrema pobreza. Según los resultados de la Encuesta Nacional de los Hogares (ENAHO) de mayo de 2009, la pobreza rural ha disminuido en los últimos años, pero sigue siendo extremadamente alta, sobre todo en la sierra donde el 60% continua en esta condición y en la sierra rural el 70%, vale decir, 7 de cada 10 peruanos están en situación de pobreza. Actualmente, cerca del 45% de los pobres viven en la sierra rural.
La disminución de la pobreza que se ha registrado en Lima desciende en 3,6 puntos porcentuales, segui¬da por la sierra rural, donde la pobreza se reduce en 3,2 puntos; lo irónico de éste auspicioso crecimiento, que debería beneficiar a todo el país, se registra en la costa rural y en la selva en general donde la pobreza se ha incrementado. La pobreza en la selva rural creció en 2009 en medio punto porcentual, pasando de 59,8% en 2008 a 60,3% en 2009 ¡inconcebible! En el mismo sentido, en la costa rural, donde la pobreza venía cayendo desde 2004, en 2009 esta se incrementó en casi 6 puntos porcentuales; es evidente que es consecuencia de la crisis internacional que golpeo al país, aunque valgan verdades no en la magnitud que se preveía.
Haciendo un parangón, los datos publicados en el informe de desarrollo humano de 2003, el Perú ocupaba la posición 82 entre 175 países analizados, con un Índice de Desarrollo Humano (IDH) de 0,752; pero en 2007, el Perú figuraba en el puesto 87 entre 177 países, con un IDH de 0,773. Si bien el puntaje ha aumentado, la posición del país ha empeorado retrocediendo en cinco posiciones y obteniendo la peor ubicación desde 1999 (O. del Alamo 2010) ¿será que a la auspiciosa bonanza económica del país no hemos aprendido qué ponerle al frente para impulsar nuestro desarrollo?
Por DANTE (AMH)
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