Dicen que el poder excita a todos, tanto al que detenta como al que es seducido por él ¿qué sucede cuando el narcisismo, ese engrandecimiento del yo se embriaga de satisfacción?
Según el sociólogo alemán Max Weber “el poder es la posibilidad que tiene una persona de imponer su voluntad o de manifestar su resistencia”. Los que buscan poder, como la gran cantidad de improvisados que ya pretenden asumir algún cargo político en las próximas elecciones, pueden o no aceptar la reglas éticas marcadas por la costumbre social; claro, amparados cínicamente en la inmunidad y el abuso de poder bajo el pretexto de ser “autoridad”.
Es cotidiano escuchar en la calle, por ejemplo, en una acalorada discusión escandalosa manifestar …“no sabes con quien te estás metiendo, mi tío es policía” o “mi hermano es abogado y no voy a parar hasta meterte a la cárcel”. Expresiones como ésta no hacen más que evidenciar el uso y abuso degenerado del poder creyendo que, el hecho de ostentar cargo público o político es sinónimo de superioridad frente al otro y que su envergadura le garantizará obtener “justicia” así no tenga la razón.
Lo confieso, me sucedió en la universidad el día que asumí la dirigencia estudiantil en la facultad. Luego de un examen, un grupo de estudiantes indignados por el resultado de las notas calificadas irregularmente, decidimos exigir, apelando a la Ley universitaria, revisión de prueba, la cual se nos concedió; aunque al final sólo yo me sometí a dicha revisión por temor de mis demás compañeros a posibles represalias, al momento de la evaluación el profesor lo primero que me dijo fue …¿tú eres el nuevo presidente de la facultad no?, a lo que sin decir palabra alguna yo asentí pasmado e inmediatamente califico nuevamente mi prueba sin mayor reparo. Posteriormente, asumí, equivocado o no, que al profesor no le convenía ganarse pleitos con el alumno que ostentaba el “poder” del gremio estudiantil en esos momentos ¿usted qué cree?, ¿inconscientemente hice mal uso del poder?
Cuando un individuo asume el poder se cree el ser supremo deseoso de gloria y placer que lo puede todo; placer que conlleva a una correlación evolutiva que existe entre placer sexual y poder; por ello no debería sorprendernos que la falta de erección del hombre se le llame impotencia, o sea falta de potencia o poder. Socialmente el hombre ha sido educado y estimulado para que su masculinidad se vea realizado por su ejercicio de poder frente a la mujer, es por ello que los roles y relaciones de género en la familia son inequitativos y machistas. Dicen que las mujeres ejercen poder en el espacio privado y los hombres en el público. ¿Qué tan necesario es ejercer poder sobre el otro para tratarnos como iguales y vivir fraternalmente?, de lo que sí estoy convencido es que hay un sólo ser todo poderoso sobre nosotros y nosotras ….DIOS.
Por DANTE (AMH)
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