LA FRASE:

"Tenemos diferencias conceptuales entre los gobiernos de la región, pero todos buscamos el mismo objetivo: mejorar el bienestar de nuestra gente. Debemos buscar los denominadores comunes entre nosotros y así multiplicaremos la relevancia de América Latina en el mundo".

Presidente de Colombia, Juan Manuel Santos

miércoles, 7 de abril de 2010

UN PARADIGMA DE LA GESTIÓN LOCAL
Artículo publicado en El Diario Del Cusco, martes 30 de marzo de 2010.

Han trascurrido 7 años de ausencia terrenal del “Qosqoruna” Daniel Estrada Pérez, de aquel hombre que supo defender e impulsar el desarrollo de nuestro Cusco inmortal mientras tuvo aliento para vivir.
Daniel Estrada fue alcalde de la ciudad del Cusco en tres oportunidades, en una primera etapa con el partido político Izquierda Unida de 1984-1986 y de 1990-1992; y en la segunda etapa con el movimiento independiente provincial Frente Unido de 1993-1995; posteriormente, fue electo consecutivamente tres veces congresista de la república por Unión Por El Perú hasta que siguió los inevitables pasos de la muerte.
Desde los albores, la gestión de Estrada se caracterizó por su interés de construir espacio de representación política popular desde el conceso y la diversidad, por ello es que posteriormente cosechó lo que había sembrado con un trabajo paciente, dedicado y empeñoso; por ejemplo, en el año de 1995 obtuvo la mayor votación a nivel nacional, de la oposición, para un escaño en el Congreso de la República.
Los objetivos de su gestión municipal se centraron en el reconocimiento y respeto a la ciudadanía, impulso de la supervivencia popular mediante el programa de vaso de leche y creación de comedores populares, creación de empresas municipales como una adecuada y viable forma de asegurar la continuidad de los servicios, inicio del desarrollo de servicios públicos acordes a la modernidad, reconocimiento político de los municipios, compromiso ciudadano, impulso a la participación social e independencia. Durante todos los periodos de la gestión municipal, Estrada mantuvo una concepción muy clara sobre la necesidad de custodiar la independencia de las organizaciones sociales y su relación con el Municipio como elemento importante para la integración social y colectiva, de tal manera que haya un clima propicio para la construcción horizontal de la relación sociedad civil y gobierno local para hacerla eficiente, democrática y participativa.
La gestión edil de Daniel Estrada fue tan eficiente que se pasó de 352 mil dólares de inversión en el año 1983 a prácticamente 9 millones de dólares en el año 1992 y esta cifra se mantuvo hasta el año 1995, vale decir, casi 30 veces más de inversión que cuando se había empezado la experiencia; evidentemente era el resultado de una virtud innata en este conspicuo líder social: plantear ideas innovadoras con anticipación realizando importantes proyectos estratégicos sostenibles en el tiempo.
Tres aspectos importantes por el cual ahora Daniel Estrada es todo un paradigma para una eficiente gestión local: asumir con responsabilidad y seriedad la función encomendada, planificar pensando en la sociedad que se viene y transcurrir entre los políticos y las políticas sin sectarismos y sumando esfuerzos. ¿Cuántos de nuestros “líderes” son conscientes de ello?

Por DANTE (AMH)

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